Tratamiento Hemorroides
Tratamiento hemorroides
En Clínicas Dr. Juan Cabrera se realiza el tratamiento de las hemorroides mediante escleroterapia con Microespuma℗ original patentada.
La enorme experiencia en el tratamiento de patologías venosas (más de 30.000 pacientes tratados con éxito de varices, úlceras varicosas, malformaciones venosas y varicocele), hizo que en 2008 el Dr. Juan Cabrera iniciara una nueva línea terapéutica destinada a combatir otra de sus manifestaciones (también relacionada con la enfermedad congestiva pélvica), la patología hemorroidal.
Tras el tratamiento, el paciente puede realizar su vida normal, pautándose tan sólo unas medidas higiénico – dietéticas mínimas: evitar en lo posible el estreñimiento mediante dieta rica en fibra (fruta, verdura, etc.) e ingesta de abundantes líquidos, huir de comidas en exceso picantes y del consumo de alcohol, disminuir el tiempo y el esfuerzo defecatorio, etc. Se aconseja además minimizar el traumatismo de éstas que acontece durante la limpieza con papel, siendo preferible el uso de lavados con agua tibia. Para los casos en que, tras el tratamiento, exista alguna molestia, el uso de antitiiflamatorios y analgésicos comunes (tópicos y vía oral) son pautados durante unos pocos días hasta que ésta remite.
¿En qué consiste la patología hemorroidal?
Es una enfermedad causada por la dilatación de los plexos venosos de la región anorrectal, lo que produce una específica y molesta sintomatología. Estos plexos pueden estar localizados bien en el interior del ano (plexos internos) o en el exterior (plexos externos). En función de qué tipo de plexo se altere, hablaremos de hemorroides internas, externas o mixtas.
La patología hemorroidal acompaña al hombre desde sus orígenes. Es una enfermedad ampliamente extendida en el mundo occidental, de prevalencia difícil de establecer ya que muchos de quienes la sufren no tienen identificado el especialista médico al cual dirigirse. Aún así, se estima que 1 de cada 2 personas presentarán hemorroides sintomáticas en algún momento de su vida, con mayor incidencia entre los 45 y 65 años y sin diferencias significativas en cuanto al sexo, aunque el embarazo es un claro factor de riesgo.
¿Qué causa la patología hemorroidal?
Múltiples factores pueden influir en el desarrollo de las hemorroides, siendo el principal el estreñimiento (comúnmente asociado a un bajo consumo de fibra), que implica la realización de un esfuerzo defecatorio frecuente y constante. Otras causas a tener en cuenta son la predisposición genética, el embarazo, la obesidad, hábitos de vida sedentarios, profesiones que requieran largos tiempos de pie o sentado, síndromes diarreicos, etc.
Diagnóstico
El síntoma más frecuente y el primero que suele manifestarse es el sangrado anal (rectorragia), escaso y secundario a la defecación al principio pero que cuando aumenta suele conllevar intensa anemia. También destacan el picor, el dolor y el prolapso (salida a través del ano de una hemorroide interna). Todos ellos, en ocasiones y asociados a fenómenos inflamatorios, pueden confluir en la llamada crisis hemorroidal, cuadro clínico tremendamente invalidante.
En todos los pacientes se debe realizar una correcta anamnesis, inspección y exploración física (mediante anoscopio), que confirme el diagnóstico y detecte alteraciones asociadas. Sin embargo, dado que otras patologías benignas y malignas del tubo digestivo pueden cursar igualmente con rectorragia (más o menos evidente), si ésta se constata y a pesar de tener un diagnóstico claro de hemorroides, es recomendable estudiarla mediante colonoscopia.
Tratamientos tradicionales
Normalmente, optar por un tratamiento conservador o uno quirúrgico depende del grado de prolapso de las hemorroides (clasificación de Goligher): no quirúrgico para grados I – II y quirúrgico para grados III – IV y en los casos anteriores donde los síntomas sean intensos.
El tratamiento conservador se ha basado tradicionalmente en medidas dietéticas, como la ingesta de fibra y la hidratación para evitar el estreñimiento, la administración de analgésicos y antiinflamatorios y la aplicación tópica de pomadas (con escasa evidencia clínica de efectividad), que son una combinación de agentes activos, los cuales no están exentos de efectos secundarios y son potencialmente alergénicos tras su aplicación prolongada. Así mismo, el consumo de Flavonoides, tampoco libre de consecuencias nocivas, consigue cuestionables éxitos, más aún si se compara con otras terapias, como la escleroterapia.
Por otro lado, la cirugía de hemorroides está ampliamente extendida tanto en establecimientos sanitarios públicos como privados, aunque sus requerimientos (quirófano, anestesia, hospitalización, coste económico y el largo y temible postoperatorio) provocan que muchos pacientes se vuelquen en la búsqueda de soluciones alternativas.
Nuestro exclusivo tratamiento de escleroterapia con Microespuma℗
Nuestra técnica de escleroterapia de hemorroides con la Microespuma℗ original patentada por el Dr. Juan Cabrera, presentada con gran éxito en 2014 durante el congreso anual de la Sociedad Americana de Flebología (ACP), se erige en un método fiable para conseguir, con unas pocas sesiones (normalmente 1 ó 2) de corta duración y totalmente ambulatorias, controlar los principales síntomas de la enfermedad hemorroidal (dolor, escozor, picor y sangrado). Se trata, en resumen, de un tratamiento efectivo, seguro y altamente satisfactorio para el paciente con este tipo de patología, independientemente de su grado de evolución, que permite evitar el doloroso postoperaorio asociado a las técnicas quirúrgicas habituales.
En Clínicas Dr. Juan Cabrera se realiza el tratamiento de las hemorroides mediante escleroterapia con Microespuma℗ original patentada.
La enorme experiencia en el tratamiento de patologías venosas (más de 30.000 pacientes tratados con éxito de varices, úlceras varicosas, malformaciones venosas y varicocele), hizo que en 2008 el Dr. Juan Cabrera iniciara una nueva línea terapéutica destinada a combatir otra de sus manifestaciones (también relacionada con la enfermedad congestiva pélvica), la patología hemorroidal.
Tras el tratamiento, el paciente puede realizar su vida normal, pautándose tan sólo unas medidas higiénico – dietéticas mínimas: evitar en lo posible el estreñimiento mediante dieta rica en fibra (fruta, verdura, etc.) e ingesta de abundantes líquidos, huir de comidas en exceso picantes y del consumo de alcohol, disminuir el tiempo y el esfuerzo defecatorio, etc. Se aconseja además minimizar el traumatismo de éstas que acontece durante la limpieza con papel, siendo preferible el uso de lavados con agua tibia. Para los casos en que, tras el tratamiento, exista alguna molestia, el uso de antitiiflamatorios y analgésicos comunes (tópicos y vía oral) son pautados durante unos pocos días hasta que ésta remite.
¿En qué consiste la patología hemorroidal?
Es una enfermedad causada por la dilatación de los plexos venosos de la región anorrectal, lo que produce una específica y molesta sintomatología. Estos plexos pueden estar localizados bien en el interior del ano (plexos internos) o en el exterior (plexos externos). En función de qué tipo de plexo se altere, hablaremos de hemorroides internas, externas o mixtas.
La patología hemorroidal acompaña al hombre desde sus orígenes. Es una enfermedad ampliamente extendida en el mundo occidental, de prevalencia difícil de establecer ya que muchos de quienes la sufren no tienen identificado el especialista médico al cual dirigirse. Aún así, se estima que 1 de cada 2 personas presentarán hemorroides sintomáticas en algún momento de su vida, con mayor incidencia entre los 45 y 65 años y sin diferencias significativas en cuanto al sexo, aunque el embarazo es un claro factor de riesgo.
¿Qué causa la patología hemorroidal?
Múltiples factores pueden influir en el desarrollo de las hemorroides, siendo el principal el estreñimiento (comúnmente asociado a un bajo consumo de fibra), que implica la realización de un esfuerzo defecatorio frecuente y constante. Otras causas a tener en cuenta son la predisposición genética, el embarazo, la obesidad, hábitos de vida sedentarios, profesiones que requieran largos tiempos de pie o sentado, síndromes diarreicos, etc.
Diagnóstico
El síntoma más frecuente y el primero que suele manifestarse es el sangrado anal (rectorragia), escaso y secundario a la defecación al principio pero que cuando aumenta suele conllevar intensa anemia. También destacan el picor, el dolor y el prolapso (salida a través del ano de una hemorroide interna). Todos ellos, en ocasiones y asociados a fenómenos inflamatorios, pueden confluir en la llamada crisis hemorroidal, cuadro clínico tremendamente invalidante.
En todos los pacientes se debe realizar una correcta anamnesis, inspección y exploración física (mediante anoscopio), que confirme el diagnóstico y detecte alteraciones asociadas. Sin embargo, dado que otras patologías benignas y malignas del tubo digestivo pueden cursar igualmente con rectorragia (más o menos evidente), si ésta se constata y a pesar de tener un diagnóstico claro de hemorroides, es recomendable estudiarla mediante colonoscopia.
Tratamientos tradicionales
Normalmente, optar por un tratamiento conservador o uno quirúrgico depende del grado de prolapso de las hemorroides (clasificación de Goligher): no quirúrgico para grados I – II y quirúrgico para grados III – IV y en los casos anteriores donde los síntomas sean intensos.
El tratamiento conservador se ha basado tradicionalmente en medidas dietéticas, como la ingesta de fibra y la hidratación para evitar el estreñimiento, la administración de analgésicos y antiinflamatorios y la aplicación tópica de pomadas (con escasa evidencia clínica de efectividad), que son una combinación de agentes activos, los cuales no están exentos de efectos secundarios y son potencialmente alergénicos tras su aplicación prolongada. Así mismo, el consumo de Flavonoides, tampoco libre de consecuencias nocivas, consigue cuestionables éxitos, más aún si se compara con otras terapias, como la escleroterapia.
Por otro lado, la cirugía de hemorroides está ampliamente extendida tanto en establecimientos sanitarios públicos como privados, aunque sus requerimientos (quirófano, anestesia, hospitalización, coste económico y el largo y temible postoperatorio) provocan que muchos pacientes se vuelquen en la búsqueda de soluciones alternativas.
Nuestro exclusivo tratamiento de escleroterapia con Microespuma℗
Nuestra técnica de escleroterapia de hemorroides con la Microespuma℗ original patentada por el Dr. Juan Cabrera, presentada con gran éxito en 2014 durante el congreso anual de la Sociedad Americana de Flebología (ACP), se erige en un método fiable para conseguir, con unas pocas sesiones (normalmente 1 ó 2) de corta duración y totalmente ambulatorias, controlar los principales síntomas de la enfermedad hemorroidal (dolor, escozor, picor y sangrado). Se trata, en resumen, de un tratamiento efectivo, seguro y altamente satisfactorio para el paciente con este tipo de patología, independientemente de su grado de evolución, que permite evitar el doloroso postoperaorio asociado a las técnicas quirúrgicas habituales.